Vivimos en una sociedad en la cual es común escuchar que todo tiempo pasado es mejor.
Estoy de acuerdo con que el autor de la historia de su vida es uno mismo, que no importa que tan emocionantes o tan absurdas o tan cotidianas hayan sido las experiencias vividas, va a depender de la intensidad particular de cada uno y de una capacidad de contar (a uno mismo y a los demás) que va a conllevar a que esas vivencias se conviertan en recuerdos, recuerdos inmediatos del segundo que acaba de pasar, recuerdos que crecen con los años, recuerdos de cosas que solo pasaron en nuestra cabeza, recuerdos de experiencias ajenas que se van conjugando con las nuestras, en fin, recuerdos con todos sus "agregados y puntos extras" que puedan surgir. Al ser el presente lo mas fugaz e inexacto, a medida que las cosas ocurren ya nos convertimos en dueños de ellas, de esta forma podemos evolucionar a ser generadores constantes de una ilusión: vivimos una vida que no vivimos pero que nos pertenece con todos los derechos de autor incluidos (ok, suena extraño, pero en mi cabeza tiene sentido). No hay necesidad de mentirnos, solamente creamos y así vivimos, vivimos cada cosa con la pasión necesaria para convertirla en algo único, algo que es portador de nuestra esencia.
El creer que todo tiempo pasado es mejor es la falta de esa pasión y también de actitud para afrontar el futuro, es el miedo, es la inseguridad, es la desesperanza. Un creador de vida valora su pasado porque es algo mágico que va a crecer y enriquecerse con el pasar de los años, pero valora aun más su futuro porque es un mar de posibilidades y desafíos a los cuales enfrentarse, es probarse a uno mismo a convertir cada momento en algo más mágico aún, vivir superándose, aprovechando cada oportunidad que se cruce en el camino. Un creador de vida tiene todo lo que necesita para tener una vida ejemplar, no importan los medios de los cuales disponga, de las catástrofes que lo rodeen o de la vida simple que pueda llevar, porque tendrá siempre su esencia consigo, su propia magia, su pasión y su inocencia intacta que lo hacen capaz para crear un mundo.